Sobre mi artículo: “Pensiones, pensionistas: Triste futuro” (publicado el 4 de enero); he tenido diferentes “ecos” y uno de ellos, me incita a continuar con el tema, aunque ya y como dice el sabio dicho… “agua pasada no mueve molino”… pero “esa agua va a seguir pasando… esperemos mucho mejores molineros que los que hemos padecido y seguimos padeciendo”.
Me escribe un lector lo que sigue: “El premio a ser autónomo es el espolio, se supone que no eres trabajador, cuando trabajas más que cualquier dependiente, y que no eres empresario, ya que tu negocio es reducido, así que indefenso entre ambos colosos manejados por sindicatos y CEOE, premian tu esfuerzo dándote por el trasero, pero eso sí, recibir por detrás ya no es una deshonra, de eso se encargo ZP, así que no te quejes. Como no lo viste venir?”.
Mi respuesta fue la que sigue: “Sí que lo vi venir, quizá mucho mejor que la mayoría… por ello siempre coticé por el mínimo; y las diferencias de haber cotizado por los máximos, las fui invirtiendo y con ello adquirí diferentes propiedades inmobiliarias, que hoy figuran a nombre de mi esposa y mío, como matrimonio que este año cumplimos los cincuenta de casados y es gracias a ello (alquileres) vivimos muy desahogadamente dentro de una vida, cómoda pero sin lujos o derroches; es por lo que yo nunca he pasado «crisis económica» y no la pasaré ésta tampoco ¿qué me dice usted sobre ello?”. No dijo nada, simplemente no respondió.
Nota para los que no entiendan: Si esto mismo lo hubiesen hecho gobiernos honrados; invirtiendo en bienes rentables y revalorizables, les aseguro que hoy no habría las penurias que hay en las pensiones; y cada cual cobraría con arreglo a un capital verdaderamente capitalizado y actualizado por tanto, a valores constantes y seguros, creo recordar que en Chile, lo aplican así y es uno de los mejores, o el mejor sistema de pensiones del mundo. Búsquenlo en la red, lo analizan y lo difunden, a ver si alguna vez se implanta en España.
Lo que ha ocurrido al fondo nacional de pensiones, es similar a lo que ha ocurrido con la sanidad nacional. Fueron saqueados de múltiples formas y maneras; sobre lo que hay materia más que suficiente para que se hicieran “unos cuantos libros”, señalando esos saqueos, de los que tantos se han hecho sobre todo al “Patrimonio Nacional” y de lo que hasta hoy nadie ha respondido, ni se ven visos de ello.
El hecho más flagrante de cómo el español (sálvese el que pueda) entiende lo que es y significa el dinero público, lo dijo públicamente una ministra del último gobierno del devastador José Luís Rodríguez Zapatero, la que sin pudor alguno afirmó ante la prensa, que “el dinero público no es de nadie”; lo que dicho por un ignorante ya sería grave, pero dicho por una ministra que además lo fue de cultura; “merece cárcel”, a pesar de ello, ni dimitió ni “la dimitieron”; la frase fue la que sigue… Carmen Calvo, ministra de Cultura: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie”.
Con inútiles como ésta enchufada al dinero público, del que vivió y aún sigue viviendo; un pueblo no puede despegar y tristemente esto en España es abundantísimo; por ello saco de la historia dos “sucedidos”, pero sin muchas esperanzas de que puedan ser asimilados y tratados como merecen, por los únicos responsables de hacerlo, o sea los que se atreven a entrar en política, pero que… “tan lejos están de ella”.
Roma: Cicerón y la economía y el buen gobierno: «El presupuesto tendrá que estar equilibrado, el tesoro tendrá que volver a llenarse, la deuda pública se tendrá que reducir, la arrogancia de la burocracia tendrá que ser atemperada y controlada y la ayuda a las tierras extranjeras tendrá que eliminarse para que Roma no entre en la bancarrota. El pueblo debe otra vez aprender a trabajar en vez de vivir de la asistencia pública». Lo dijo en el Senado, Cicerón, 55 A.C. (o sea hace 23 siglos).
Otros romanos, fueron tan perversos como “los actuales”; puesto que: Roma: Lo que manifestaron aquellos tribunos… sobre cómo dominar al pueblo: “El patricio romano Cayo Julio César, el viejo (100-44 a. C.) nos lo demuestra con gran desprecio, manifestando lo siguiente: “Si la clase media sirve para algo es para trabajar y pagar impuestos, con los que podemos sobornar a la plebe de Roma y tenerla contenta y mantenerla dócil. Es cierto que los plebeyos de Roma son animales, pero son muchos y necesitamos sus votos para alcanzar el poder. Que la clase media nos sirva hasta el final, porque los nuevos ciudadanos no piensan nada más que en el trabajo, la industria y el ahorro y otras preocupaciones por el estilo”. Marco Livio Druso (122 a. C.) tribuno de la plebe, dice: “Es difícil decir quiénes son peores, si los que sobornan a las masas o las masas que aceptan el soborno. Es cierto que el soborno corrompe, pero también es cierto que el que lo acepta es el mayor de los delincuentes”.
Pese a todo ello, aún los que se dicen “progresistas”, tienen que estudiar el derecho romano; y pese a “todo el progreso que nos han echado encima”; aún estamos sostenidos por las estructuras políticas que nos dejaron aquellos romanos… “municipio, provincia y senado imperial, nacional, etc.”. Como también nos dejaron obra pública, que aún nos es útil… “en mi provincia, en el municipio de Andújar; hay aún un puente sobre el río Guadalquivir, por el que han circulado camiones de más de sesenta toneladas… y aún aguanta las riadas (sin rebasarlo) de uno de los más caudalosos ríos de aquella Hispania romana, hoy conocida como España”. Lógico que el Romano, fuese el Imperio que más ha influido en todo este… “mundo mundial”.
De lo que van a dejar tras de sí… “los bárbaros de hoy”, ni podemos imaginarlo.
Antonio García Fuentes (Escritor y filósofo) www.jaen-ciudad.es
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