Con el fin de disminuir la hospitalización de las personas mayores, el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), organización científica promovida y financiada por la Asociación de Empresas de Bebidas no Alcohólicas, realizó una campaña sobre los saludables efectos de una adecuada hidratación en las personas mayores
Una de las causas más frecuentes de hospitalización de mayores es la deshidratación.
Un lema: “Hay mil formas divertidas de hidratarse”.
Medios: Material Informativo que se distribuirán entre los profesionales, médicos y cuidadores.
Objetivo: Ayudarles a conocer los síntomas más comunes de la deshidratación y consejos prácticos para conseguir que los mayores beban lo suficiente.
Con la edad, se pierde la sensación de tener sed, los mayores constituyen uno de los grupos más vulnerables a sufrir las consecuencias de la deshidratación. A pesar de este riesgo, la mayoría de estos mayores no beben lo suficiente y cuando tienen sed, ya existe un cierto grado de deshidratación. La sed es la señal que envía el cerebro para alertar de que existe un déficit hídrico. Por eso, los especialistas recomiendan beber antes de tener sed.
Decálogo sobre Hidratación:
- Estar hidratado es esencial para la salud, independientemente de la actividad física que se realice.
- El balance hídrico debe ser equilibrado, tanto pierdo tanto bebo.
- Beber un mínimo de 2,5 litros de liquido al día.
- Incrementar la ingesta con el incremento de actividad física o se vive en zonas calurosas.
- No pasar mucho tiempo sin ingerir líquido para evitar pérdidas excesivas de líquido.
- Vigilar la hidratación de los niños, son los más vulnerables.
- Controlar que los mayores beban, porque tienen menos sensación de sed.
- Las personas mayores, niños y mujeres embarazadas deben beber especialmente agua de manera frecuente y evitar las bebidas alcohólicas, para mantener una correcta hidratación.
- Incluir el mayor tipo de bebidas posibles, no solo agua, consumir también infusiones, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas estimula un mayor consumo de líquido.
- Preguntas a los expertos sobre la mejor forma de hidratarse, especialmente los comprendidos en el grupo de más riesgo.
Estas medidas son más importantes en el caso de las personas mayores, ya que, con el paso del tiempo, se deteriora el mecanismo de termorregulación y baja la sensación de sed. Las personas mayores pueden estar en proceso de deshidratación y no tener ganas de beber lo necesario.
Problemas de un sistema inmunológico debilitado o alguna enfermedad los puede hacer más vulnerables a la deshidratación.
También la reducción del volumen de bebida reduce el transito en los riñones con lo que no se eliminan las sustancias filtradas en ellos y pueden producir fallos en el sistema renal.
Muchos mayores de 65 años viven en residencias que deben prestar atención a las posibles señales de la deshidratación, ya que éstas a menudo quedan ocultas por el proceso de envejecimiento.
Para prevenir la deshidratación, lo más importante es beber de manera regular. Idealmente, los ancianos deberían acostumbrarse a beber uno o dos vasos de alguna bebida con cada comida y beber a lo largo del día cuando no estén comiendo.